La concepción actual de la administración pública es el resultado de un proceso que se inició en las primeras décadas de la historia de la humanidad y ha evolucionando a lo largo de la misma, con los cual le ha permitido adquirir su propio perfil como disciplina, siendo empleada en las distintas formas de gobierno existente.
Historia de la administración pública
Al analizar la evolución histórica de esta disciplina científica, se puede observar la influencia de culturas como la china, griega, egipcia y la romana, manteniéndose aún los procedimientos que se utilizaron en las mismas hoy en día como prácticas comúnmente aceptadas, siendo ejemplo de ello la organización funcional de los poderes del Estado.
Todas las civilizaciones a lo largo de la evolución de la humanidad, han suministrado los recursos por medio de los cuales podían, y se pueden satisfacer las necesidades que se generan en cada comunidad. Inicialmente se disponía de un grupo de regentes quienes controlaban el poder de cada comunidad y eran quienes determinaban la mejor forma de satisfacer los requerimientos que exige la comunidad.
Concepción actual de la administración pública
La administración Pública en la actualidad se concibe como el conjunto de Órganos Administrativos que tiene como finalidad desarrollar una serie de procedimientos y actividades con el fin de lograr el bienestar en general por medio de la correcta administración de los servicios públicos, y que a través del derecho administrativo se regula su estructura y su funcionamiento.
Así mismo, la administración pública abarca todas aquellas tareas que son desarrolladas por personas en las agencias del gobierno, bien sea estatal o local incluyendo las organizaciones sin fines de lucro como hospitales, colegios, módulos, etc.
Los negocio públicos pueden abarcar distintos ámbitos políticos, por lo tanto la administración pública se puede desarrollar a nivel nacional e internacional. Desde el nivel de acción puede ser de tipo estatal y municipal, pero abarca también actividades legislativas, judiciales e incluso militares.
Por lo tanto, se encuentra al servicio de los ciudadanos fundamentándose en los principios de honestidad, celeridad, participación, transparencia, eficiencia, responsabilidad y rendición de cuentas, todo dentro del ejercicio de la función pública, sometido al pleno derecho y la ley. Significa entonces que, la persona que funge como administrador público tiene la responsabilidad de ejecutar los proyectos, programas, planes, y esquemas señalados por la máxima autoridad en conformidad a lo previsto en la ley.
El control dentro de la administración pública
Dentro de la administración pública uno de los requisitos indispensables consiste en el desarrollo de actividades de control permanente, todo con el fin de evitar que dentro de la actuación de los servidores públicos se presenten la existencia de las actividades de este tipo de administración, que es la atención del interés público, dedicándose a atender sus intereses particulares.
Es por ello, que existe un órgano de control cuyas actividades se vuelcan hacia la vigilancia, fiscalización, verificación, comprobación y la evaluación de las actividades de las dependencias y de los servidores públicos a quienes se les ha designado el manejo de los fondos, los recursos, los valores, los bienes y los derechos del Estado. Con ello se valida si la actuación de los servidores públicos se ejecutó conforme a lo previsto en la ley con el fin de alcanzar las metas, los objetivos y los fines propuestos.